¿Has tenido esa sensación de haber hecho lo correcto en un momento concreto? ¿De haber tomado la decisión adecuada? Pues eso me sucede cuando pienso en el día en que decidimos poner una furgoneta camper en nuestras vidas.
Ver algunos de nuestros amigos disfrutando con sus furgonetas fue la clave para decidirnos. Además estábamos seguros de que viajar en furgo con niños sería ideal. Y así fue. Con nuestras hijas de 5 y 2 años en aquel entonces fue todo un acierto.
Viajar en furgo con niños: ventajas
La experiencia de viajar en furgo con niños es ideal por muchas razones:
No es necesario planear mucho
Es la ventaja que tiene llevar la casa a cuestas. Tan solo hay que preguntarse “¿nos vamos?”, coger cuatro cosillas y tirar millas. Lo importante lo llevamos en la furgo. Un pequeña nevera para llevar los alimentos para dos o tres días. La cocina donde cocinamos desde platos sencillos hasta comidas más elaboradas.
Los armarios guardan lo justo y necesario para disfrutar de los viajes: algo de menaje, algún juego para jugar en familia, la bolsa de aseo y poco más. La ropa de cama está preparada para la hora de montar las camas. Tan solo tenemos que coger de casa las ganas de viajar a cualquier lugar.
Es una pequeña casa de juguete para los peques
No te puedes hacer una idea cómo les gusta los niños la furgo. Realmente es eso, su casita de juegos. Todo tan minúsculo, tan divertido. Subirse a la cama de arriba, asomarse a la ventana y saludar. Nuestras hijas han disfrutado mucho cuando eran más pequeñas, y lo siguen haciendo.
Los kilómetros parecen menos en furgo
Así es. No sé si la furgoneta, al ser más amplia que un coche, hace que disfrutemos mucho más del viaje en sí. Las niñas van entretenidas con sus películas y juegos y ni se enteran. La conducción es tan cómoda que haces kilómetros sin querer. Al ser más alta que un vehículo convencional hace que tengas otra perspectiva y disfrutes mucho más al mirar por la ventanilla.
Te da una libertad que no te da otro tipo de viajes
Poder viajar a nuestro ritmo las 24 horas del día no tiene precio. Los horarios te los marcas tú. No es necesario estar en un lugar concreto a una hora concreta. Y aunque lleves una ruta más o menos preparada siempre hay tiempo para la improvisación.
Todo es tan fácil como, si tenemos hambre paramos, si estamos cansados buscamos un lugar para pasar la noche. ¿Que nos gusta? Pues nos quedamos. ¿Que no? Nos vamos.
Conoces lugares increíbles
La furgoneta te da la oportunidad de llegar a lugares espectaculares. Como solemos decir, la furgo es nuestra casita de campo, de la montaña o de la playa.
Disfrutas en familia como nunca
Quizá por eso nos haga tan feliz viajar en furgo con nuestras hijas. Aquí la convivencia es mucho más intensa, más que en casa, donde cada uno tiene sus historias. Pero desde que salimos por la puerta y nos montamos en la furgoneta ya estamos compartiendo cada momento los cuatro juntos. Supongo que vivir en 5 metros cuadrados ayuda.
Mirad este vídeo resumen de un día viajando en furgo, para que os hagáis una idea más completa:
Viajar en furgo con niños: desventajas
Como ya habréis detectado quienes seáis más reacios, viajar en furgo también tiene sus inconvenientes:
Hay muy poco espacio
El “momento tetris” tiene su aquel. Cuando nos tenemos que mover todos para coger algo, o hacer montañas de abrigos, bolsas de equipaje, mochilas, para tener hueco a la hora de montar la cama… Pero, es súper divertido. Es parte de viajar en furgo o al menos en la nuestra que no es muy grande que digamos.
Vamos con lo justo
Tal cual. El menaje y cubiertos son los justos para los cuatro. Llevamos dos o tres juegos casi de bolsillo. Una bolsa de aseo para todos. ¿Lo mejor? Es que te das cuenta que no necesitas más. Nos sobra y nos basta.
En invierno hace frío y en verano hace mucho calor
Eso es cierto. En la furgo se vive mucho más radical el frío y el calor. Tan solo hay que buscarse las mañas para que esto no sea así.
Con el frío ponemos la calefacción estática de la furgoneta, y para dormir no pueden faltar nuestros edredones de plumas que tanto calorcito dan.
El calor, la mejor manera de combatirlo es yendo a lugares más frescos o que estén a más altura, a esos a los que nos vas en invierno porque hace demasiado frío.
No hay baño
Al menos en la nuestra. Bueno, nosotros hemos añadido en los últimos años un extra, un wc portátil que tenemos donde comemos, donde dormimos, donde viajamos. Menos mal que están muy bien preparados y la intimidad te la has dejado en casa.
Pero el no tener baño nunca ha sido un gran problema para nosotros. Siempre puedes entrar en un camping y hacer uso de los aseos y duchas. Y si no, al campo. Eso sí, al campo con respeto, sin dejar papeles a la vista de nadie.
Lo que sí llevamos siempre en la furgo es un paquete de toallitas, ideal para asearte en un momento dado.
Lo mejor que podéis hacer es probar y ver si os gustaría esta forma de viajar. Hay muchas empresas de alquiler y plataformas de alquiler entre particulares desde donde podéis conseguir una furgoneta camper, hacer una escapada y ver qué tal.
No podemos confirmar que viajar en furgo sea la mejor manera de conocer mundo, pero yo solo sé que, cada vez que nos montamos la familia en ella, se nos pone una sonrisa que no se nos borra en todo el viaje. Por algo será… 😀
Con lo que más disfruta Loli Flores en esta vida es viajando con su familia. Considera que viajar «es fundamental en la educación de nuestras hijas. Viajando adquieren muchos conocimientos in situ, y también creemos que es la mejor educación en valores que les podemos ofrecer».
Cuando sus hijas tenían 5 y 2 años pusieron una furgoneta camper en su vida familiar y desde entonces no han parado de viajar.
Hace unos años, por necesidad imperiosa de emprender algo, Loli creó un blog de viajes, Viajando en furgo, donde cuentan sus viajes en familia, un proyecto que comenzó siendo personal y que se ha convertido en un proyecto familiar.
«Con nuestra experiencia queremos mostrar que con niños se puede viajar. Es más: se debe viajar», afirma.
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