Puede que nos parezca cómico ver a un niño pequeño roncar cual adulto dormilón y puede que esto sea debido a un simple catarro que le impide respirar correctamente por las noches. Sin embargo, si esto se convierte en una costumbre o hábito quizás estemos hablando de algo más serio que un simple resfriado.
Y aunque bien es cierto que los niños tienen ronquiditos en su primer año de vida, si esto se prolonga hasta los 3 o 4 años deberíamos estar al tanto.
Los niños y el ronquido
- Si observamos un ronquido persistente a lo largo de los días debemos prestar atención y vigilar este síntoma.
- No es una cuestión de la fuerza o no del ronquido sino de las posibles apneas que puede acarrear.
- Si tu hijo padece apnea del sueño probablemente descanse menos que un niño que no las padece lo que repercutirá negativamente en su rendimiento tanto escolar como en su nivel de energía.
- Las apenas infantiles suelen estar ligadas a la obesidad y estas se han ido incrementando a lo largo de los años.
- Al igual que los adultos, los niños pueden presentar cuadros de irritabilidad o cansancio como consecuencia de la falta de descanso necesario.
- El uso de antiestamínicos o alguna otra medicación pueden ser también causa de ronquidos a la hora de irse a la cama.
- Además de la falta de un descanso correcto, las apneas conllevan en ocasiones consencuencias de carácter cardiovascular a edades muy tempranas.
Hoy en día se puede tratar este tipo de dolencia con una intervención quirúrgica donde el doctor extraerá las amígdalas y vegetaciones que no permiten respirar con corrección al niño.
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