Llegó ese día… tu bebé ya ha dejado de serlo, así, de golpe, ha cumplido su primer año, o el segundo, o incluso el tercero. Y esto, además de hacer que nos dé un vuelco el corazón, ¡se merece una celebración a lo grande!
Y se la merece para sonreír porque hemos sobrevivido, pero también porque igual de rápido que ha pasado este año (aunque al principio no lo pareciera), pasarán los siguientes, y los siguientes, y un día echaremos la vista atrás y será la añoranza la que se apoderará de nuestros sentimientos.
La fiesta de cumpleaños festeja que esa personita ha crecido, que ha vivido y que le queremos, por eso, reúne una gran carga afectiva. Saberse querido por esa red de relaciones familiares y sociales, y sentirse protagonista por un día le ayudará para reforzar su autoestima.
Por eso es importante celebrar los cumpleaños, especialmente en la niñez, pero también durante el resto de la vida.
Y para conseguir que la peque o el peque disfruten al máximo de esa celebración y para que las personas adultas que organizan la fiesta no mueran en el intento, ¡aquí van unos cuántos consejos para tenerlo todo bajo control!
Claves para tener un feliz cumpleaños infantil
El primero: La personita homenajeada debe ser la protagonista indiscutible, algo muy obvio, pero que a menudo se nos olvida. Debe serlo desde el principio hasta el final, preparación incluida. Sí, sé que cuánto más peques más difícil es, pero siempre pueden aportarnos algo.
Esto, y aquí viene una segunda recomendación, es además una forma de prepararles para que disfruten de ese día y no se sientan superados por la situación. Lo hemos preparado con todo el cariño del mundo, han venido todas las personas que nos importan, nos hemos gastado una pasta y luego… el cumpleañero/a se ha pasado toda la fiesta llorando o encima de nosotras a modo koala.
Vamos a entenderles: Un montón de gente chillando, a la que no está acostumbrada a ver con asiduidad y que además, intenta captar cada una de ellas su atención. Por tanto, vamos a anticiparnos: Debemos intentar explicarles lo que va a suceder, que es un día de fiesta, que nos juntaremos para celebrarlo porqué ella o él es muy importante para toda la familia, y que habrá comida, tarta, soplaremos las velas y le harán regalitos.
Todavía es más importante que les demos todas estas explicaciones cuando se trata de una persona introvertida, tímida o que se asusta con facilidad. Piensa que las celebraciones son algo a lo que los adultos estamos acostumbrados, pero en su mundo de bebé está todo por descubrir.
Debemos ir recordándoselo días antes, cantarle la canción de cumpleaños feliz, enseñarle a soplar las velas, preguntarle a menudo cuántos años va a cumplir y quién va a venir a celebrarlo con nosotros, mantener viva esa ilusión y ganas de celebrar ese acontecimiento tan importante. Hablarle de cada uno de los invitados que vendrán a su fiesta, recordar momentos ya vividos juntos…
Una vez en la fiesta, no intentemos que haga caso a todo el mundo, ni quedar bien, volvamos al principio: ser PROTAGONISTA de su fiesta. Todo gira entorno a quién homenajeamos, no a quiénes invitamos. Lo más normal es que quiera reírse, jugar, llamar la atención, incluso buscar cobijo en sus personas más cercanas y de confianza. Con esto no estoy diciendo que le dejemos hacer salvajadas, o le permitamos faltas de educación.
La idea es que pase un día bonito, por lo que hagamos un esfuerzo y volvamos a mirar ese día con ojos de niño/a. Seguramente no le importará tanto el globo monísimo que hemos puesto dorado y sí que pueda cogerlo y jugar con él, aunque pueda explotar, aunque ya no adorne esa esquina preciosa.
Recuerdos de los cumpleaños infantiles
Por último, no olvides crear bonitos recuerdos a los que luego puedas recurrir cuando te entre esa nostalgia de la que hablábamos al principio. Capturar esos momentos sin necesidad de perdértelos mientras los estás viviendo. Vamos, no tener que ir detrás de la gente pidiéndole una foto o una dedicatoria. Algunas ideas originales, sencillas y divertidas pueden ser:
- Una lámina dónde todos pongáis vuestra huella dactilar en distintos colores (el motivo puede ser un árbol, unos corazones, unos globos que se escapan de la mano de un niño, etc)
- Una polaroid, un álbum de fotos y un montón de bolis de colores: Deja que tus invitados la cojan y le dediquen unas bonitas palabras al lado de una foto divertida.
- Un photocall casero: un marco gigante, el nombre de la cumpleañera/o encima, un hueco para escribir, unos cuántos palillos largos con bigotes y morritos y dejar que los selfies vengan solos.
¿Te animas?
Coge a tu peque, pégale un bocadito y disfruta. Nunca más volverá a tener 1 año, o 2, o 3…
Beatriz Hernández cuenta con más de 10 años de experiencia en el juego con peques y es graduada en Magisterio de Primaria.
Se declara “fan incondicional del aprendizaje a través del juego así como de la necesidad del contacto con la naturaleza”. Idealista y soñadora, se enorgullece de haber trabajado siempre en distintos ámbitos relacionados con el público infantil, consiguiendo así volver con una sonrisa a casa.
Actualmente trabaja como monitora y responsable del parque infantil en el Camping Resort Devesa Gardens. Combina así dos de sus grandes pasiones: el juego y la naturaleza.
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Enhorabuena por el artículo