Querer ser madre es algo precioso. Pero ¿qué sucede cuando lo intentas durante meses y no te quedas embarazada? Empieza un camino duro lleno de pruebas médicas e incertidumbre. La buena noticia es que la mayoría de parejas y mujeres finalmente lo consigue. Es un camino para luchadoras incansables.
Hay un momento en tu vida en el que los astros se alinean: tienes un trabajo estable y te sientes bien
a nivel personal. Para muchas mujeres son las 2 principales razones por las que deciden tener un
hijo. En España la media está en 32 años.
Esperar hasta los 32 (o más) tiene sus pros y sus contras. Como punto positivo te permite avanzar
profesionalmente, disfrutar de la vida y alcanzar una estabilidad. Como contrapartida: biológicamente empezamos a ser mayores. Aunque sea un palazo asumirlo.
Cada año que pasa, la tasa de embarazo cae: si con 25 años hay un 25% de opciones por ciclo de
lograrlo, con 30 baja al 22%; con 35, al 12%, y con 40, al 5%. Esto hace que haya aumentado la cifra
de mujeres que necesitan un tratamiento de fertilidad para ser madre. Un proceso costoso tanto económica como emocionalmente.
¿Cómo saber si hay problemas de fertilidad?
Quedarse embarazada a la primera es mucho más complicado de lo que parece. Hay mujeres afortunadas que lo consiguen en un abrir y cerrar de ojos. Pero la realidad es que el ser humano (como raza) es uno de los mamíferos más infértiles del planeta. Quedarse embarazada, para un 15% de las parejas, supone tiempo y mucha paciencia.
Si ambos estáis sanos, los médicos recomiendan intentarlo de forma natural durante 1 año. El 85% de las parejas lo conseguirá en este periodo.
Si ha pasado ese tiempo y el resultado sigue siendo bebé = 0, es momento de visitar el ginecólogo y al andrólogo para un Estudio Básico de Esterilidad. Os harán pruebas básicas a ambos, para confirmar si existe un problema de fertilidad. Estas son las más comunes:
Pruebas Mujer:
- Revisión de la Historia clínica y antecedentes familiares
- Exploración física general, genital y mamaria.
- Ecografía transvaginal.
- Análisis.
- Pruebas de normalidad anatómica y funcional del útero y las trompas de Falopio.
- Pruebas para establecer la calidad de la ovulación.
Pruebas Hombre:
- Revisión de la Historia clínica y antecedentes familiares
- Exploración física general y genital.
- Análisis.
- Pruebas de calidad seminal (seminograma)
Si tus médicos lo consideran necesario, os pedirán pruebas complementarias para obtener más
información. Estas son las más comunes:
- Estudios genéticos (ambos)
- Estudios hormonales y metabólicos (ambos)
- Estudios microbiológicos (ambos)
- Estudios inmunológicos (ambos)
- Estudios hematológicos (ambos)
- Laparoscopia (mujer)
- Histeroscopia (mujer)
- Biopsia testicular (hombre)
- Pruebas seminales avanzadas (hombre)
Cómo gestionar la infertilidad
Una vez hechas las pruebas diagnósticas pueden ocurrir 2 cosas: que haya un diagnóstico claro (que en el fondo es lo mejor, porque se buscan soluciones y puedes organizar tu cabeza) o que el resultado sea “Esterilidad de Origen desconocido”.
Es decir: todo parece estar bien pero no saben qué pasa. ¡Muy desesperante! Por eso te damos algunos consejos para gestionar este periodo:
Resetea el cerebro y dile adiós a las culpa
Sea cuál sea tu diagnóstico, el bofetón emocional te lo llevas seguro. Asumir que vas a necesitar ayuda médica para ser madre no es plato de buen gusto. Para ti tener hijos es algo tan fundamental que no te imaginas una vida sin niños. Es importante resetear el cerebro para afrontar con energía y mucha calma lo que está por venir.
En el proceso de aceptación de la situación, viajas sin querer a los rincones más oscuros de tu pasado. Puede que repases mentalmente lo que bebiste, fumaste, las relaciones que tuviste… y te sientas mal por no haberte cuidado más. Ante esto mi consejo es hacer borrón y cuenta nueva.
Tu yo del pasado no puede hacer nada. ¡No te arrepientas! Disfrutaste y ¡que te quiten lo bailado! Ahora estás en el presente y puedes hacer mucho.
Comunícate con tu pareja
Si tienes pareja , es bastante habitual que tu relación se vea un poco afectada. Los 2 tenéis miedos, inseguridades… y necesitaréis hablar mucho para entender cómo lo va a afrontar cada uno y no caer en reproches.
Algunas personas necesitan ser muy activas y centrarse en el problema: informarse, preguntar, pedir segundas opiniones médicas… Y otros necesitan concentrarse en otros aspectos de su vida para desconectar: hacer más deporte, viajar, quedar con amigos… Ambas opciones son correctas y hay que respetarlas.
También es aconsejable hablar sobre los sentimientos de culpa. Puede que uno de los 2 sienta que no da la talla o se sienta avergonzado si la causa de la infertilidad es suya. La realidad es que no es culpa de nadie. Sois parte del mismo equipo , os queréis y tenéis que estar muy unidos para no desfallecer en el intento.
Si necesitáis acudir a un psicólogo especializado en infertilidad, ¡no lo dudéis! Os ayudará muchísimo.
Elige una clínica (pública o privada)
Elegir privada o pública es una gran decisión que la mayoría de veces viene condicionada por tu presupuesto. Las ventajas de ir a una privada son muchas: puedes empezar enseguida, sus tasas de éxito son más altas, cuentan con mejores instalaciones, más médicos, han visto más pacientes y tienen mucha experiencia…
Sé que ir a una clínica privada es un dineral enorme y puede agobiar mucho. Es una decisión que debes meditar pero te recomiendo que al menos visites un par de clínicas para informarte. En muchas de ellas la primera visita es gratuita y te darán su visión sobre tu caso. (¡Esto puede ser de mucha ayuda!). Además, muchas de ellas están ofreciendo muy buenas condiciones de financiación y planes de embarazo seguro: si no consigues el embarazo te devuelven el dinero.
En paralelo está bien avanzar con la Seguridad Social. Pide cita con tu médico de cabecera y te remitirá a un ginecólogo. Si llevas 1 año intentándolo y no has tenido hijos previamente, te apuntará a la lista de espera. Para una Inseminación Artificial los tiempos son más cortos.
Si vas a hacerte una Fecundación In Vitro u otro tratamiento más complejo, los tiempos de espera están entre 1 y 2 años. ¡Ármate de paciencia porque va para largo! Lo bueno es que lo cubren todo: el tratamiento y la medicación.
¡Pasa a la acción! Empieza a entrenar tu fertilidad
Puedes hacer mucho en tu día a día. Está demostrado que mejorando hábitos de vida (dejando de fumar, comiendo bien, reduciendo el estrés…) puedes aumentar tus probabilidades de embarazo. ¡Vale la pena empezar desde ya! Lo único que puedes perder es estar más sana.
- Si te gusta la tecnología, Mumati App es un entrenador de fertilidad que te ayuda a mejorar tu
estilo de vida para aumentar las probabilidades de embarazo. Te acompaña a nivel práctico y
emocional: http://www.mumati.me/ - La Sociedad Española de Fertilidad (SEF) tiene en su página web información fiable con la que puedes resolver muchas dudas: http://www.sefertilidad.net
Apóyate en gente que te quiere
Mucha gente te dirá “No te obsesiones”, “Llegará cuando dejes de pensar en ello”… comentarios que te duelen en lo más profundo de tu ser. No lo hacen con mala intención, al contrario: quieren ayudarte pero no saben exactamente cómo. Quédate con eso. Que hay gente que te quiere ayudar.
En cuanto a quién debes contarle tu situación, no hay una fórmula establecida. Con lo que te sientas más cómoda. Hay quienes necesitan hablarlo abiertamente y quiénes prefieren hacerlo sólo con el círculo cercano. Hablarlo desde luego ayuda y reduce el estrés.
Carpe diem!
Me permito en este punto dar un consejo muy personal basado en la experiencia. ¡Disfruta de no tener hijos! A veces, estás tan centrada en los tratamientos que se te olvida disfrutar de verdad de todas las posibilidades que te ofrece una vida sin hijos. Puedes hacer viajes largos, estudiar algo que te haga ilusión, hacer deporte, salir a cenar…
Si te sientes atascada y parece que no avances en tu vida, dedícale un tiempo a pensar en qué cosas que te harían feliz. No con el objetivo de que pase el tiempo más rápido sino con el objetivo de disfrutar de la vida. Y hazlo. Puede que dentro de unos meses te quedes embarazada y no te dé la vida. ¡Aprovecha mientras puedas!
¡Esperamos que nuestra experiencia os sirva de ayuda, luchadoras incansables!
Elena S., después de muchos años buscando el embarazo y tras muchos tratamientos y experiencias en la mochila, decidió darle la vuelta a la tortilla y compartir su «sabiduría” creando una App: MUMATI.
El objetivo es ayudar a todas esas mujeres y parejas que quieren quedarse embarazadas pero les cuesta más de lo previsto: «Queremos acompañarles a nivel emocional y médico. Animarlas cuando más lo necesitan», nos cuenta.
También ponerles en contacto con médicos y expertos para resolver dudas y ayudarles a mejorar hábitos de vida para aumentar sus probabilidades de embarazo.
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