¿Tienes hijos que no paran de toser? ¿No duermen bien e incluso dejan de comer con tanto moco? ¿Resfriados, catarros y mocos son sus amigos durante el invierno? ¿Pasan estos meses encadenando bronquiolitis tras bronquiolitis? ¿O complicándose con una neumonía?
El frío ya está de nuevo con nosotros una temporada más y con él llegan los virus y bacterias que tanta guerra dan. Catarros, bronquiolitis y otras infecciones respiratorias… nos acompañarán hasta la vuelta del buen tiempo. Hoy en día estamos viendo un aumento de las enfermedades respiratorias infantiles y hacen que niños y niñas convivan constantemente con los mocos. Esto afecta de manera muy importante al bienestar del niño y de toda la familia.
En todos estos casos, la Fisioterapia Respiratoria puede ayudar facilitando la eliminación de secreciones, mejorando la ventilación pulmonar y evitando complicaciones respiratorias con lavados nasales y otras técnicas para modificar el flujo respiratorio. Dicho de otro modo, movilizar los mocos de las vías mas bajas y profundas a la traquea para su posterior expulsión por la boca.
En muchos casos, mamis y papis os preocupáis porque en lugar de expulsarlos, se los traga. No pasa nada, porque en caso de tragárselos irán directamente al estómago y posteriormente aparecerán en las heces. Nunca volverían a los pulmones.
Para una mayor eficacia en estos lavados nasales, muchas preguntáis: pero ¿Boca arriba o boca abajo? ¿Con el niño sentado? ¿Con aspirador nasal? ¿Suero salino o agua? Hay mil formas pero lo más importante que debemos preguntamos es ¿Estamos siendo eficaces? Porque sabemos que a veces no es fácil hacer estos lavados nasales e incluso se puede convertir en una tortura diaria.
En la clínica diaria me comentáis varias formas que se resume en las 3 más usadas.
1. Tumbando al bebé/niño/a boca arriba con la cabeza ladeada. Es el lavado nasal más usado pero quizá no el más eficaz porque al ladear la cabeza y echar el suero con fuerza se puede favorecer la entrada de moco y suero a la trompa de Eustaquio (oído) provocando otitis. Además, con este lavado el suero no llega a la zona posterior de la nariz (cavum) que es donde se acumula el moco, y cae a la garganta donde genera la tos y los vómitos. Tampoco es útil cuando el moco es muy espeso y denso porque el suero rebota contra el tapón de moco.
2. El niño/a sentados, para niños más mayores. Para los peques es misión imposible porque al estar el niño sentado es más difícil tenerlo sujeto y quieto. En bebés sin control de cuello y cabeza es imposible. Limitaciones: al estar la cabeza echada hacia delante, el suero tampoco llega a la zona posterior de la nariz ni es útil cuando el moco es muy espeso.
3. Tumbando al bebé/niño/a ladeado y con la cabeza ligeramente hacia atrás. El lavado nasal que más me gusta por eficaz.
Realización: Echamos el suero monodosis a temperatura ambiente y despacio, hacia el interior de la nariz por la fosa nasal superior. Ladeamos al niño hacia el otro lado y repetimos en la otra fosa.
En este caso, recomiendo siempre repetir la operación tapando las demás entradas de aire (la fosa nasal que queda libre y la boca) para que al inspirar, arrastre con el suero todo el moco adherido al cavum y a la garganta. Así no necesitaremos ningún aspirador nasal que pueda perjudicarnos y aumentar las probabilidades de crear una otitis.
¿Y qué pasa con el moco generado dentro del pulmón?
Como en el caso de las famosas bronquiolitis, vamos a movilizar y drenar estas secreciones con técnicas de Fisioterapia Respiratoria, facilitando su expulsión por la boca y mejorando la ventilación de estas vías. Así conseguiremos una mejor calidad de vida para el niño, que pueda volver a comer, que los fármacos actúen de forma mas eficaz, y evitaremos que las secreciones compliquen la situación y provoquen un ingreso hospitalario.
Mejoraremos el sueño (al eliminar las secreciones que provocaban tos y vómitos) y ayudaremos al correcto desarrollo del aparato respiratorio de los más pequeños. Un niño o niña que crece con infecciones respiratorias frecuentes tiene muchas papeletas para ser una persona adulta con alguna enfermedad respiratoria como el asma.
Winter is coming, pero podemos ayudar a los peques cuando aparezcan los primeros síntomas. Busca a tu Fisioterapeuta Respiratorio especializado.
Juan López es papá de dos niños, Fisioterapeuta y Osteópata infantil, y especialista en Neurodesarrollo y Reflejos Primitivos.
Trabaja con Fisioterapia Respiratoria y Digestiva Infantil, y en cualquier otro problema que surja en esta etapa (tortícolis congénita, nerviosismo, insomnio, trastornos del desarrollo psicomotor…).
Además, es director de la sede de Levante en el Máster de Osteopatía Infantil por la Universidad Atlántica de Lisboa (UATL) y profesor de Estancias Clínicas en la UCAM.
2 Comments
Mi bebé de 11 meses empezó con los mocos junto con la dentición a los 7 meses. Visita tras visita, ya que cogía otitis y fiebres fuertes. Sus mocos siempre fueron en vías altas, una suerte según su pediatra, que es fantastica y no tengo ninguna queja. Empecé con la fisioterapia respiratoria después de su tercera otitis con el tercer tratamiento de antibiótico correspondiente. Su pediatra me dijo que la fisioterapia no me valía de nada en su caso ya que sólo la recomienda en casos de moco en bronquios y demás. Discrepo, ya que de no haber empezado con la terapia, seguro que el moco hubiera bajado, o quizás no, pero yo, que soy la madre tengo el pálpito que gracias al tratamiento respiratoria nos hemos ahorrado males mayores, tratamientos antibióticos y remedios tipo Ventolin.
Por cierto, a pesar de tres visitas en distintos otorrinos (seguridad social, mutua y de pago, madurativo, está todo bien no veo nada, alargamos el tratamiento antibiótico durante un mes como preventivo ??? noooo!!!) mi peque finalmente reventó el tímpano y frenó moco y pus (sigue sin ser nada por los sres de bata blanca) me fuí de cabeza a la homeopatía con quién hemos conseguido en menos de un mes, volver a dormir tres horas seguidas, volver a ganar peso (perdió dos kilos en 3 semanas) a respirar por la nariz y a perder las ojeras de agotamiento. Mi bebé no hacía siestas desde setiembre y ahora duerme por la mañana, por la tarde y durante la noche. Nunca perdió sus ganas de jugar ni de reír, pero os aseguro que con la fisioterapia y la homeopatía sonríe diferente. Sonríe feliz!
Aclaración: No ha vuelto a tener otitis y cuando hablo de ojeras me refiero a las suyas. La mayoría de bebés que respiran continuamente por la boca pq van cargados de nariz acostumbran a tener ojeras y el párpado de color rojo morado.
Quiero aclarar también que no reniego de la medicina tradicional y que si un día encuentro un otorrino que me convenza y a quien sienta seguro de su diagnóstico, le seguiré donde haga falta pero aún no he dado con el/ella.