¿Cuántos de vosotros habéis oído decir que el babeo, la inflamación de las encías, la pérdida de apetito, la irritabilidad, las ganas de morder o las dificultades para dormir son síntomas propios de la etapa de dentición?
Pues nada de eso: no se ha demostrado que la causa de ninguno de estos síntomas sea la salida de los dientes. De hecho, la Asociación Española de Pediatría asegura que la salida de los dientes es indolora, aunque reconoce que puede resultar molesta a veces.
La aparición de los dientes es un proceso largo: suelen empezar a salir a partir del sexto mes de vida y el proceso total durará 20 o 30 meses, según casos, ya que variará mucho de unos bebés a otros.
Por eso, es lógico que en ese tiempo tan largo el bebé se encuentre mal en algún momento y no necesariamente tendrá que ver con la dentición. Por eso, si es una etapa que temes como madre o padre, ¡relájate!
Llegado el caso de esos momentos puntuales en que tu hija o hijo pueda sentir molestias asociadas con la boca, como la inflamación de encías, la recomendación es aplicar el sentido común e ir probando remedios efectivos.
Mordedores, el mejor remedio para las molestias de la boca
La salida de los dientes produce una pequeña inflamación muy normal que puede conllevar (o no) enrojecimiento de las encías y cierta irritabilidad. Si notas en tu peque alguna molestia sin importancia, lo mejor que puedes hacer es darle cariño y tratar de aliviarle un poco.
Lavarte bien las manos con agua fría y frotar firmemente sus encías con un dedo, trazando círculos, es una opción que puede calmarle temporalmente, así como ofrecerle –si es algo mayor– algún alimento fresco que pueda comer a bocados.
Sin embargo, el mordedor tradicional sigue siendo el mejor remedio para aguantar el dolor y existen en multitud de materiales: caucho, silicona, madera, de agua… Además de aliviar las molestias de la boca, sirven también para que los peques exploren su boca y sientan los dientes a punto de salir.
Los mordedores de Oli & Carol son mordedores de caucho con forma de frutas o animales que ayudará a niños y niñas descubrir su boca, a adquirir hábitos alimentarios saludables (en el caso del plátano y el aguacate) e incluso puede acompañarle en la hora del baño.
Están pintados a mano con pigmentos alimentarios y cada pieza es única, con pequeñas variaciones en los detalles. No tiene ningún tipo de agujero para evitar la aparición de moho y son biodegradables. ¿Qué más se puede pedir?
Si prefieres un conejito, puedes elegir el mordedor Bo Bunny, de Rosa&Bo, fabricado en silicona y lavable en el lavavajillas, o el mordedor de madera con forma de conejito de Tutete. Tiene orejas de tela y anillo de madera natural, y viene con una preciosa bolsa a juego con cierre de cordón que sirve también para guardar chupetes.
Cuando hay dolor, los más eficaces, sin duda, son los mordedores refrigerantes porque insensibilizan las encías y reducen en parte la inflamación. Recordad que se han de poner en la nevera, ¡nunca en el congelador! Como novedad, acabamos de incorporar a nuestro catálogo el de Twistshake (el primero de la siguiente imagen).
Nos gusta también mucho el chupete mordedor de Nuvita que, con su forma alargada, hace que el masaje llegue al fondo de las encías, donde irían los molares. Puede morderse también por la parte del anillo.
Sujetachupetes para morder
Los sujetachupetes Star también son mordedores, porque están fabricados en silicona alimentaria antibacteriana justo con esa intención. Así tu peque puede pasar del chupete al mordedor en cualquier momento.
Los sujetachupetes Sweet Mint, de Mami Me Mima están hechos también de silicona alimentaria antibacteriana, y se personalizan con el nombre del bebé. Así, cada uno se convierte en una pieza única y original.
La personalización de estos sujetachupetes implica un tiempo de producción adicional con el que debéis de contar al encargarlos. Si el nombre que queréis tiene más de 7 u 8 letras, no llevará figura hexagonal, ya que sobrepasaría la medida reglamentaria: 220 mm de largo.
Los sujetachupetes requieren atención especial porque son un juguete. Por eso, deben retirarse siempre antes de dejar a los niños dormidos en la cuna.
Y una vez tenga el primer diente fuera, comienza la higiene bucal con los cepillos de dientes de dedo, e incluso antes, si seguimos los consejos de los expertos. Pero eso será otra historia…
Por ahora, centrémonos en el momento especial que es ver el primer diente de tu hijo o hija. 😀
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