Marián García García es doctora en Farmacia y Nutricionista. Compagina su actividad profesional en una farmacia de Madrid y la docencia en la Universidad Isabel I de Castilla con una faceta más mediática haciendo divulgación sanitaria en prensa, radio y televisión. En su blog, Boticaria García, aborda de forma sencilla y divertida un amplio abanico de temas relacionados con salud y nutrición.
“Hoy en día todos hacemos consultas sobre salud al famoso Dr. Google. Lejos de escandalizarnos, los profesionales sanitarios debemos aprovechar la oportunidad que nos brinda esta poderosa herramienta que es Internet para hacer llegar un consejo más riguroso y profesional a la población. Con mi blog intento aportar mi pequeño grano de arena»
Vacunas de segunda mano
Hasta hace unos años para vacunar a los niños no hacía falta mucho más que estar pendiente de la fecha marcada y acudir al centro de salud correspondiente. Cuando aparecieron las vacunas no financiadas la cosa empezó a complicarse. Se trataba de nuevas vacunas que, a pesar de estar recomendadas por las autoridades sanitarias, por la valoración del coste-beneficio, las administraciones habían decidido no financiar al considerarse de menor incidencia o de menor gravedad. Hablamos por ejemplo de Rotateq (gastroenteritis por rotavirus), Prevenar (neumococo), Varivax (varicela) o la recientemente aparecida y desaparecida Bexsero (meningitis por meningococo B).
A partir de este momento los padres, aconsejados por sus pediatras, empezaron a decidir si poner o no estas nuevas vacunas a sus hijos. Y hasta aquí, todo normal.
¿Cuál ha sido el problema?
El gran drama ha surgido cuando, por distintos motivos, algunas de estas vacunas han desaparecido de la faz de la tierra. La primera caza y captura fue con Varivax y recientemente con Bexsero.
¿Por qué no hay vacunas en las farmacias?
En el caso que ocupa titulares actualmente -desabastecimiento de Bexsero- el motivo es que la nueva vacuna se lanzó en octubre y, según palabras del laboratorio, no esperaban la fuerte demanda en España. El proceso de fabricación de las vacunas dura nueve meses y hasta comienzos de verano no está previsto que se regularice el suministro.
Turismo vacunal
A grandes males, grandes remedios. Muchos padres, angustiados por la falta de vacunas, se han lanzado a cruzar fronteras a nuestros países limítrofes como Portugal, Francia o Andorra en busca del preciado tesoro. Se trata de un grave error. Además, son numerosos los problemas que han surgido a la vuelta ya que en muchos hospitales y centros de salud españoles se niegan a administrar vacunas adquiridas fuera de los cauces oficiales. Es lógico ya que, atendiendo a la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento, un profesional sanitario no puede estar seguro de que una vacuna obtenida en el extranjero cumple las garantías sanitarias. ¿De quién es la responsabilidad si surge algún problema con la vacuna?
¿Cuáles son los riesgos de comprar vacunas en el extranjero?
En primer lugar, la rotura de la cadena de frío. Con una neverita portátil es complicado garantizar que la vacuna se va a conservar entre 2º y 8º. Los riesgos son la pérdida de eficacia y seguridad:
– Pérdida de eficacia que puede incluso llegar a ser nula. Por debajo de 0 º en general las vacunas se inactivan.
– Pérdida de seguridad porque en las vacunas pueden formarse productos tóxicos y aumentar su reactogenicidad.
Además, en el caso de haber algún problema con el lote de alguna vacuna administrada en España, se puede localizar a los niños a los que se ha administrado de forma eficaz ya que existe una logística para ello, mientras que esto no es posible con vacunas conseguidas en el extranjero.
¿Y qué pasa con la compra por Internet?
Es importante saber que en España es absolutamente ilegal la venta de fármacos sujetos a prescripción médica por Internet, entre ellos, por supuesto, las vacunas. Esto quiere decir que cualquier persona que está vendiendo fármacos por Internet está cometiendo un delito y, por tanto, de lo que te ofrezca dicha persona te puedes fiar lo justito.
La nueva moda: vacunas de segunda mano
Sí, lo han leído bien. Todos sabemos que las páginas web de compra-venta de productos de segunda mano entre usuarios están en pleno auge, especialmente entre los padres. ¿Quién se puede resistir a vender todos esos trastos que guardamos en nuestros mini-pisos de forma cómoda y rápida?
El problema ha surgido cuando, entre correpasillos y calientabiberones, algunos de estos usuarios han visto en la plataforma la oportunidad de vender medicamentos “que ya no usan”o “que compraron por error”. En el caso de las vacunas, el precio de venta puede superar el oficial ya que el vendedor es consciente de la elevada demanda.
¿Es fiable comprar vacunas en páginas de segunda mano?
Es necesario repetirlo porque hay quien sigue sin querer verlo: ni es fiable ni es legal. Al parecer la plataforma de venta on-line no tiene responsabilidad legal, sino que ésta recae directamente en el vendedor. La policía ya está trabajando en ello tras los múltiples avisos recibidos, gran parte de ellos a partir de los farmacéuticos tuiteros. Sin embargo, cada minuto se suben cientos de artículos en estas plataformas y resulta imposible, sin una colaboración efectiva de la plataforma o sin medidas legales de mayor calado como un cierre cautelar hasta que se mejoren los filtros, que no “se cuelen” anuncios de medicamentos constantemente.
A río revuelto, ganancia de falsificadores
Nadie puede asegurar que estas vacunas se han conservado en adecuadas condiciones y, sobre todo, nadie puede asegurar que estos inyectables contengan en su interior lo que indica el envase.
Por otro lado, me cuesta creer que haya tantos padres que compren vacunas por error y se dispongan inocentemente a venderlas (aunque si así fuera, es igualmente denunciable e inseguro). No olvidemos que ante la demanda de un producto tan importante y con connotaciones tan sensibles como las vacunas infantiles, no falta gente sin escrúpulos dispuesta a jugar con la angustia ajena y hacer negocio.
¿Qué podemos hacer?
En el caso de Bexsero, el laboratorio ha manifestado que hacia principios de verano el proceso de fabricación habrá terminado y el suministro se regulará. La solución segura y legal pasa por esperar dos o tres meses, momento en el que se podrán adquirir con garantías en las farmacias. ¡Paciencia, ya queda menos!
Y una petición…
Por pedir que no quede, y por mi parte quisiera pedir a los responsables de estas webs precisamente eso: responsabilidad. Un compromiso con la seguridad y salud pública invirtiendo todos los recursos necesarios para que estos hechos dejen de producirse.
No me cabe ninguna duda de que querer, es poder.
Comment
Un post que debería leer mucha gente. Gracias por la info 🙂