Carmen Pérez Saussol es psicóloga especialista en psicología clínica y educativa.
Experta en técnicas de Intervención Psicoterapéutica, Educativa y Diagnóstico Clínico, Carmen cuenta con una amplia experiencia docente en universidades, institutos y colegios.
Además, realiza formación en desarrollo personal, coaching, liderazgo y otras competencias directivas en asociaciones y empresas privadas.
Desde hace catorce años orienta a niños, adolescentes, padres y profesores desde su consulta. Podemos escucharla semanalmente en un espacio de radio sobre psicología infantil desde hace más de seis años.
Podéis seguirla en su blog Educar con una sonrisa
El sueño en los niños
¡Qué calma cuando duermen! Decimos los padres al observar a nuestros hijos caer rendidos al sueño después de compartir un largo día. Esta frase cobra incluso más fuerza cuando tenemos en casa un pequeñín al que le cuesta conciliar el sueño o una pequeñina que se despierta continuamente durante toda la noche.
En algunas casas tenemos hijos que nos visitan en mitad de la noche, en otras los niños llaman desde sus camas repetidamente, también hay casos en los que se resisten a quedarse solos en sus habitaciones o de los que lloran y lloran hasta conseguir agotarnos y todo esto, justo al final del día, cuando parece que vamos a conseguir descansar y coger fuerzas, lo que nos resulta imposible.
Así que hoy intentaremos ayudar a esos padres y madres que se esfuerzan por encontrar estrategias y buscar métodos que hagan posible que el descanso llegue a sus hogares.
Vamos a dividir en cuatro bloques las posibles causas que suelen provocar los problemas de sueño y os propongo ir apuntando aquellos aspectos que creéis pueden estar influyendo en los problemas de sueño de vuestros hijos y que no habíais tenido en cuenta.
Bloque I:
- Hay niños sanos que necesitan dormir menos horas de las que creemos son necesarias, otros se despiertan durante la noche porque tienen hambre.
- Hay niños que no tienen una buena dosificación de las horas de sueño. Mientras unos necesitan un rato de siesta para dormir mejor otros, necesitan eliminarlo para conciliar el sueño por la noche.
- Algunos pequeñines no se sienten a gusto en su habitación porque no la reconocen como lugar de descanso y calma.
- Puede ocurrir que existan problemas médicos que impidan el descanso como una insuficiencia en la segregación de determinada hormona, alergias, enfermedades crónicas etc.
Bloque II:
- Existen trastornos del sueño originados por miedos, inseguridades, enfrentamientos en el colegio,y por problemas personales o familiares que pueden llegar a provocar esa falta de descanso. Debemos tener presente que los niños sienten a través de nosotros, sobre todo de los 0-6 años, por lo que en ocasiones el estrés, la tensión o el miedo que sentimos los educadores, se ve reflejados en ellos.
- En muchos casos los trastornos del sueño son provocados por unos hábitos inadecuados. Hay niños que se acuestan demasiado temprano y otros demasiado tarde.
- En ocasiones exponemos a los menores a un exceso de estimulación provocados por sonidos estridentes o los exponemos a juegos que generan excitación en los momentos previos al sueño.
- E, incluso, podemos encontrar la causa de las dificultades escondida en una falta de rutina diaria.
- Algunas veces los pequeños se han acostumbrado a dormir en compañía y necesitan un tiempo para acostumbrarse a dormir sin ella.
Bloque IV:
- Existen dos etapas donde los niños tienen normalmente problemas de sueño, una a los 2-3 años donde aparecen los terrores nocturnos y otra desde los 3 a los 6 años donde las pesadillas suelen aparecer como algo adaptativo, fruto de la evolución humana, que nos acompañará durante una temporada.
- También debemos saber que cada niño es único, diferente y que posee un nivel de sensibilidad determinado, que probablemente no tenga nada que ver con el de sus hermanos. Si a esto le añadimos que los niños necesitan dormir unas horas en relación a la edad que tienen…
Ya tenemos suficiente información para comenzar un plan de acción, pero si tras intentar resolver el problema, este continúa, no dudéis en acudir al pediatra y/o a un psicólogo infantil que os pueda orientar ya que el dormir es una necesidad básica e imprescindible para adquirir energía, gozar de una buena salud y mejorar el rendimiento intelectual, pero también es imprescindible para poder educar con una sonrisa.
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