Patricia es Médica de Familia y facultativa especialista de área de los Servicios Cuidados Críticos y Urgencias del Hospital Punta de Europa de Algeciras, desde el año 2005. Le encanta su profesión y lo compatibiliza con su gran pasión, su marido y sus dos hijos.
Sensible ante el sufrimiento ajeno, desde 2012 es Instructora en el manejo de los malos tratos en los Servicios de Urgencias, miembro de la REDFORMMA, Red de formación contra el maltrato hacia las mujeres de la Junta de Andalucía y autora del libro “Protocolo de actuación ante la Violencia de Género en las Urgencias Hospitalarias del Campo de Gibraltar”, editado en el año 2014.
En la actualidad aprovecha su escaso tiempo libre y cursa la Diplomatura de Especialización en Género y Salud, por la Escuela Andaluza de Salud Pública sita en Granada.
Desde mis comienzos como facultativa en Urgencias siempre me llamó muchísimo la atención como teníamos que atender a mujeres física y emocionalmente destrozadas como consecuencia de una situación de maltrato por parte de sus parejas o ex-parejas.
“La culpa es mía”, argumentaban para no denunciar, “…no tenía que haber recogido eso del sofá”, justificaban la agresión. Como persona y sobre todo, como mujer, no entendía cómo se producían esos hechos dentro de una pareja que se basa fundamentalmente en relaciones de cariño. Tuve la oportunidad de formarme en la Escuela Andaluza de Salud Pública para intentar entender la dinámica que se produce en estas mujeres para poder ayudarlas.
No existe un patrón de mujer maltratada ni perfil de maltratador. La única causa por la que se llega a esta situación es por las “desigualdades de género”, es decir, la superioridad del hombre frente a la mujer. Por eso en la mayoría de las noticias habréis leído o escuchado que él es un magnífico compañero de trabajo y vecino. Nos encontramos frente a mujeres con baja autoestima, gran sentimiento de culpa y fundamentalmente miedo. Unido a escasos recursos económicos y aislamiento social. ¿Os imagináis? ¿Cómo se encuentran estas mujeres de salud?…
Por esta razón, porque no saben qué les pasa, suelen ser hiperdemandantes de los servicios sanitarios. Su salud está empeorada con respecto a otras mujeres por la situación de estrés continuo en la que viven, así que este tipo de violencia constituye una problemática de Salud Pública que compete a diferentes organismos públicos.
Una de las cosas que más me duele es la facilidad con la que se afirma que hay muchas denuncias falsas porque no podemos permitir que pesen más las denuncias falsas que los hechos reales. Las cifras hablan, en lo que va de año han sido 23 las mujeres que han fallecido víctimas de este tipo de violencia, y 54 mujeres en el año 2014. Y cuando le dan la primera paliza ellas creen que se la merecen…es tal el desgaste psicológico que sufren que así lo afirman… ¿Cómo podemos permitirlo? Y lo peor, ¿nos hemos acostumbrado a levantarnos por la mañana y escucharlo?… Otra más pensamos, otra más…
Menores, víctimas de la normalización.
No hay que olvidar a los pequeños de la casa. En el último caso que atendí, fue la hija del matrimonio con 7 años la que me relató cómo habían ocurrido los hechos mientras cenaba un yogur con galletas que le dimos. Era sorprendente observar cómo había normalizado la situación de maltrato en su vida. Yo estaba alucinada, soy madre de dos hijos y no os puedo explicar la cantidad de sentimientos que tuve que controlar cuando la pequeña me lo contaba comiendo tan tranquila, al lado de su madre que presentaba graves lesiones y estaban custodiadas por la Policía Nacional. Su rostro no reflejaba la dureza de la situación.
Afortunadamente, en este caso, a día de hoy madre e hija viven en una casa de acogida anónima. Una más, que sale de esta situación de maltrato.
Imagino que conocéis el teléfono 016 del Ministerio de Servicios Sociales e Igualdad. Da atención telefónica y online sobre información de recursos y derechos de las mujeres que viven una situación de maltrato, así como asesoramiento jurídico en esta materia. Se encarga de coordinar los servicios en las diferentes comunidades autónomas.
Destacar como pilar fundamental el Instituto de la Mujer. Y, entre ellos, el que más conozco por mi Comunidad Autónoma, el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), en donde hay una amplia información sobre el tema, recursos, casas de acogidas, ayudas, etc… Me gustaría destacar al respecto la “Guía para padres/madres: qué hacer si mi hija ha sido maltratada”.
Es un tema muy difícil, hay veces que está más cerca de lo que nosotros mismos creemos. Desde que me dedico a este tema, a su coordinación desde las Urgencias Hospitalarias yo misma me he sorprendido de la cantidad de preguntas que he recibido de compañeras que por desgracia están o estaban inmersas en este problema. La Violencia de Género no entiende de clases sociales ni de nivel socioeconómico.
Esto a la vez nos hace cómplices de una situación que nos afecta emocionalmente, a mí personalmente me gustan más otras historias, hay que escuchar, conocer cuántas somos las personas que estamos involucrados en esta lucha, saber que existen los recursos y que éstos están disponibles. En definitiva, que hay otra vida mejor para estas mujeres y sus hijos.
Si conoces un caso, lo cómodo es mirar para otro lado y hacer que no nos hemos enterado, puedo entender que se actúe así, y máxime cuando existen denuncias anteriores, han retirado la misma y conviven de nuevo en el mismo infierno de antes.
Me reitero, es muy complicado pero no imposible, difícil por lo duro en sí y difícil para nosotros como personas. Para la emoción negativa me encierro en mi caparazón… Pero hay que escuchar a estas mujeres que muchas de ellas ni siquiera son conscientes de la situación en la que viven porque es tal el aislamiento, que no conocen otra vida ni se relacionan con otras personas.
Me gustaría alertar de una situación que estamos notando que va creciendo. Los casos de violencia de género entre nuestros adolescentes. Las nuevas tecnologías son grandes aliadas del control, son buenas técnicas para que ellos las controlen a ellas. Las redes sociales, con quién hablas por whatsapps…¿Qué está pasando?. Queremos investigar y os contaré las novedades que encontremos.
Ésta es mi lucha, sigo y seguiré en ella. Con un buen trabajo interinstitucional y personal formado en esta materia se puede realizar un diagnóstico precoz y darles alternativas…hay salida a la violencia de género. Para mí sacar a una mujer de esta situación es una gran victoria.
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