El acoso escolar o bullying es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los niños, colegios, y los padres hoy en día. Genera un gran sufrimiento en el niño y su entorno y las secuelas tienen una magnitud tan grande como la violencia machista o las drogas.
Lamentablemente todavía hoy en día ni los padres ni los colegios saben como tratar correctamente este problema. De hecho, muchos centros educativos consideran el acoso escolar como «cosas de niños». Relativizan un mal con unos datos que asustan: Uno de cada cuatro niños en España es víctima de violencia y acoso escolar.
¿Sufre mi hijo acoso escolar?
La mayoría de los casos de acoso escolar se inician en la educación Intantil y en el primer ciclo de Primaria. Y un dato esperanzador es que cerca del 80% de los casos el bullying se detiene una vez que los chicos se dan cuenta de que tienen comportamientos que pueden llegar a ser un delito y conocen las consecuencias de su acción, dejan de maltratar. Por eso es fundamental la prevención y formación del problema en el entorno escolar.
Por otra parte, todavía son pocos los casos que se denuncian, y los que lo hacen muchas veces no pueden demostrarlo. Por eso es importante estar atentos y tratar de recabar pruebas en el caso de que nuestros hijos sufran este tipo de violencia. Estos son los principales síntomas que presentan los niños victimas del bullying:
- Vuelve frecuentemente del colegio diciendo que ha perdido alguna de sus pertenencias.
- Su ropa y objetos personales se le rompen con frecuencia.
- Presenta lesiones físicas.
- Desciende su rendimiento escolar.
- Presenta dificultades para conciliar el sueño.
- Rechazo hacia el colegio.
- Alteración en sus hábitos alimenticios: come con ansiedad o dice no tener hambre.
- Cambios frecuentes de humor: Se enfada con frecuencia o está triste sin motivo aparente.
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