A todos nos ha pasado alguna vez, bien de pequeños o incluso de mayores. Nos hemos perdido. Así pues, aunque no sea una situación agradable, y ninguno queramos pasar por ello, nuestros hijos al igual que nos pasó a nosotros pueden llegar a perderse.
Hay tantas cosas que pueden llamar su atención, que un despiste de segundos puede hacer que el pequeño se nos escabulla y vaya a ver o a tocar aquello que le llama la atención. ¿Qué hacer cuando esto ocurre? ¿Cómo actuar en ese breve espacio de tiempo hasta volver a reencontrarnos?
Nuestro hijo se ha perdido, pasos a seguir
- Lo primero mantener la calma, evitar entrar en estado de pánico.
- Si nos encontramos en un sitio cerrado y con megafonía lo primero es avisar a los vigilantes de seguridad o encargados para que anuncien el extravió de nuestro hijo. Lo mismo puede ocurrir en la playa con una descripción de su edad, altura, color de pelo y la ropa que lleva en ese momento.
- Si te encuentras en un espacio abierto, en la calle recuerda los sitios en los que acabáis de estar, sitios que conozca y le gusten como una juguetería o un parque.
- En su búsqueda, no pares de gritar su nombre y avisa a la gente de tu alrededor, no dudarán en ayudar.
- Cuando lo encuentres (que lo harás) no le riñas, seguramente esté igual de asustado que tú.
- Enséñale que lo que acaba de ocurrir es malo y que no debería volver a suceder. Será un aprendizaje para ambos.
Hay varios trucos que podemos seguir si vamos a llevar a nuestros hijos a lugares muy concurridos como vestirles con prendas vistosas y colores llamativos. Por supuesto si pasados unos minutos no logramos encontrar al pequeño, tenemos que llamar a las autoridades para que nos ayuden en su búsqueda. Pero conociendo a nuestros pequeños aventureros, estarán cerca de nosotros investigando y buscando cosas llamativas.
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