Durante el primer año de la vida de los bebés se producen un montón de cambios en su alimentación; de la leche materna a los primeros purés y papillas para luego probar sus primeros alimentos sólidos. El bebé debe adaptarse poco a poco a probar nuevos sabores y texturas que se incorporan de forma progresiva a su dieta.
Aprender a masticar es uno de esas fases en su desarrollo que a veces les resultan algo complicadas. Debemos tener paciencia y estimular la masticación del bebé poco a poco y adaptándonos a la personalidad y nivel de madurez de cada niño. Y es que, no todos los bebés son iguales ni aprenden a masticar al mismo ritmo, por lo que debemos evitar comparar unos niños con otros o presionarlos para que mastiquen.
Cómo estimular la masticación del bebé
- Debemos ser constantes y tener mucha paciencia: Evita los cambios bruscos o imponer al niño que coma algo que no quiere o no puede masticar bien.
- Varía las texturas de los alimentos: Una buena forma de hacerlo es cambiando la batidora por el pasapurés o incluso el tenedor para preparar su puré favorito.
- Fomenta su autonomía: Permite que coma solo, experimentando con sus propias manos, y llevándose la comida a la boca sin miedo.
- Dale trocitos pequeños: Comienza a darle trocitos pequeños de patata o jamón york, alimentos blanditos pero sólidos, que serán agradables para el bebé.
- Evita aquellos alimentos que puedan producir atragantamientos: Bien por su dureza o bien porque se desmenucen fácilmente y el bebé pueda atragantarse con ellos.
Y a ti, ¿te resultó muy difícil enseñar a tu bebé a masticar?¿Cuál es tu mejor truco para que el bebé comience a tomar alimentos sólidos?
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