En tan solo unos años, la cesárea ha pasado de ser una intervención reservada para casos muy excepcionales, a ser la forma en la que nacen uno de cada cuatro niños.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) las cesáreas nunca deben suponer más del 15% de los partos de un país. Y en España ya suponen el 25% en la sanidad pública y el 34% en la privada.
En qué consiste
La intervención consiste en cortar la pared del útero y extraer el líquido amniótico. El cirujano examina la posición del bebé y lo saca por la cabeza. Una vez que el bebé ha nacido, extrae la placenta y se asegura que todo queda bien limpio para después volver a coser el abdomen.
Durante todo este proceso la madre está bajo los efectos de la epidural y no puede ver nada, ya que se suele colocar unas cortinas o un biombo.
Causas
Si nuestro bebé va a nacer a través de un parto natural o una cesárea es una decisión que tomaremos junto a nuestro médico.
Las causas por las que se aconseja realizar una cesarea son múltiples: bajo peso del bebé, mala posición en el útero, cesárea anterior, placenta previa..
La mejor decisión, en el caso de que podamos elegir, es el parto natural. Y reservar la cesárea para los casos que sean totalmente necesarios.
Recuperación
La recuperación de la mamá no es más dolorosa como la del parto vaginal, pero la herida es más grande y necesita más puntos por lo que requiere más cuidados.
Es importante mantener la herida limpia y seca, esto favorece la cicatrización y no se infecte. Además, no es recomendable levantar objetos pesados ni hacer esfuerzos que puedan hacer que se abran los puntos.
En una semana o 10 días, la recuperación será casi completa.
Y tú, ¿qué sabes sobre la cesárea?¿Cómo fue el parto de tu bebé?
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