Con la llegada del verano nuestros bebés tienen la posibilidad de disfrutar de nuevas experiencias y sensaciones como las relacionadas con la playa y las piscinas.
Jugar en el agua es una de ellas. Está demostrado que los bebés disfrutan en este ambiente pues les recuerda a todo lo vivido en el útero materno. Los beneficios de la estimulación que aporta este elemento son muchos y muy variados:
- Fortalece su sistema inmunológico y cardiorrespiratorio: parte de estos beneficios recaen en el trabajo del sistema respiratorio y el fortalecimiento de órganos como el corazón y los pulmones.
- Mejora de su coordinación: en el agua el bebé puede desarrollar su sistema psicomotor de una forma que no le es posible fuera de ella. Este elemento le aporta libertad de movimientos y de desplazamiento.
- La playa y la piscina son un ambiente idóneo para la actividad lúdica del bebé: son lugares especiales donde pueden desarrollarse como personas, compartir con otros niños, adquirir más confianza, etc.
- Ayuda a incrementar su coeficiente intelectual: diversos estudios demuestran que aquellos niños que realizan natación los dos primeros años de su vida poseen una mayor percepción de aquello que les rodea.
- Aprenden habilidades necesarias para su supervivencia: logran aprender cómo flotar y girarse sobre ellos mismos.
- Es una forma ideal para establecer lazos afectivos entre los papás y su bebé: compartir estas sensaciones enriquecerá vuestra relación.
En estos ambientes al aire libre no debemos de olvidarnos nunca de proteger la piel de nuestro bebé siguiendo todos los consejos que te ofrecimos hace un par de semanas.
Y tú, ¿haces ejercicios de estimulación con tu bebé en la playa o la piscina? ¿recomendarías alguno en particular?
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